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Es frustrante tener que estar constantemente buscando nuevas ofertas y cambiando de compañía para obtener un mejor trato. Deberíamos poder confiar en que la empresa en la que confiamos nos brinde el mejor servicio y los mejores precios sin tener que pasar por toda esta molestia.
Las empresas ofrecen las mejores ofertas y descuentos a los nuevos clientes en lugar de recompensar a los clientes fieles que han estado con ellos durante años. Es una práctica engañosa y deshonesta que muestra que estas empresas solo se preocupan por conseguir nuevos clientes, y no por mantener a los que ya tienen.
¿Cómo es posible que alguien que ha estado pagando puntualmente su factura cada mes, que ha confiado en esa empresa para brindarle el servicio que necesita, no reciba las mismas ofertas que un nuevo cliente que acaba de llegar? Es simplemente ridículo. Esto no solo es una falta de respeto hacia los clientes leales, sino también una muestra de falta de ética empresarial.
Es hora de que las empresas empiecen a valorar a sus clientes fieles y les ofrezcan como mínimo las mismas oportunidades que a los nuevos clientes. De hecho, los clientes fieles deben tener un mejor precio que los clientes nuevos. Los clientes fieles merecen ser recompensados por su lealtad y no ser tratados como meras cifras en una hoja de cálculo. Si estas empresas quieren mantener a sus clientes y seguir siendo competitivas, deben ofrecer descuentos y ofertas especiales a todos sus clientes, independientemente de si son nuevos o antiguos.
En conclusión, es descorazonador saber que las empresas sólo se preocupan por atraer nuevos clientes y no por mantener a los antiguos. Esperemos que en un futuro próximo se den cuenta de que los clientes leales son la columna vertebral de sus negocios y les ofrezcan las mismas ofertas y descuentos que a los nuevos clientes.